viernes, 23 de abril de 2010

Convoy

Convoy

 

 

Durante mi permanencia en la Unión Soviética mi pasión por el cine fue adquiriendo un nuevo rumbo, el rumbo del criterio. Este rumbo no implica el criticar o ver las deficiencias de tal o cual película en especial, si no más bien distiguir una buena película de una mala de una forma casi instintiva. Y que mejor manera de comparar dos películas que tener una película estadounidense y una soviética para ver en un fin de semana. Muy pocos filmes yankis lograban pasar la deleznable censura soviética, pero esta joya del cine, dirigida por el Hipermaestro del cine Sam Peckinpah, creador de obras violentas y de extrema acción (La pandilla Salvaje, La fuga, Pat Garrett y Billy the Kid). Esta obra contrastaba por la calidad de sus actores, su fotografía, edición y música, que dejaba por el piso al menos al 70% de las películas producidas en el país de los Soviets.

Convoy narra la historia de un camionero apodado "Patito de hule" que decide sublevarse contra los abusos de la policía local y lidera un convoy de protesta que logra captar la atención de todos, incluída la prensa. Sin embargo, aunque corre sangre y se producen varias magulladuras, nadie muere en esta cinta (¡Qué pasó maestro, estaba depre!). Da la impresión que Peckinpah se toma el pelo a sí mismo, y también le toma el pelo a la violencia, ya que los camioneros logran su victoria exponiendo la brutalidad e insanía del jefe de la policía del estado (interpretado brillantemente por el "ultra malo" Ernest Borgnine), quien acaba ametrallando el camión de nuestro héroe con un tanque.

En esos días en que me aventuraba a "seguir" las películas por los distintos cines moscovitas, y también aprovechaba que el boleto era baratísimo (50 kópecks), también comenzaba a interrogarme a mí mismo que cósa volvía a una película buena y a una película mala. Aún ni tenía idea de que cosa era la dirección, producción o fotografía, pero sospechaba que algunos ingredientes misteriosos estaban involucrados.

Una tarde de sábado fui a ver "Planeta Desfile" (Парад планет 1984), dirigida por Vadim Abdrashitov, y luego, en función Vermouth, asistí a "Convoy", cerca de la estación Liérmontovskaya, el resultado fue como comer una raspadilla de a sol, y luego degustar de un fino helado italiano, con nueces crocantes.

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