miércoles, 11 de mayo de 2011

Apellidos en ruso


Como en esta páginas digitales aparecerán con frecuencia apellidos de origen ruso o eslavo, es conveniente este pequeño acápite que orientará a su correcta pronunciación.

LOS ERRORES

Como sabemos, el idioma ruso consta de un alfabeto diferente, derivado del griego, el alfabeto cirílico, por definición entonces, podemos decir que su escritura en español debe transliterarse. Pero nuestros amigos de la península ibérica no fueron los primeros que transliteraron los apellidos de la Rus, si no fueron los alemanes y franceses, quienes tuvieron un contacto más veterano con la tierra de Pushkin. El error más craso y más frecuente entonces es adoptar sin chistar estas transliteraciones, especialmente las del alemán.

La mayor parte de los apellidos rusos termina en OV, como Orlóv, Smírnov, Búntov, Ulianóv. Sin embargo, en alemán la V equivale fonéticamente a una F, es decir Von Neuman se pronuncia FON NOIMAN. Por eso estos apellidos se escriben erróneamente como Orloff, Smirnoff, Ulianoff, algunas veces con una f, pero ese es el error más y más obtuso. Esta terminación a veces también se translitera con la fonética correcta en el alemán (por ende también en algunos aspectos del Polaco) Usando la W, que en español equivale a la V. Es decir Waldstein se pronuncia VALDSHTAIN, y algunas veces los apellidos rusos aparecen como Iwanow, Orlow, Molinow, etc.

El idioma germano también tiene un fonema, la CH que se lee como J en español. Es así que Richter en alemán se lee RIJTER. Por eso algunos apellidos a veces aparecen como Rachmáninov, Pachman, Bachman, cuando en español se les debe escribir Rajmáninov, Pájman, Bájman (Bajmánov en su adaptación rusa).

Finalmente, debemos mencionar el fonema ruso ZH, que equivale a la J francesa o la R como se la pronuncia en nuestro Andes. En las transliteraciones francesas aparecen ejemplos como Jdanov, Jukov, Nijinski, que deben escribirse en español como Zhdánov, Zhúkov, Nizhinski.

LA ACENTUACIÓN.

En español tenemos la torpe asunción que todos los apellidos rusos son agudos, pero esto surge por las reglas de la acentuación que tiene nuestro idioma. Sabemos que las palabras agudas solo llevan tilde cuando terminan en N o S, y al carecer otros idiomas de tilde o no tener nuestras reglas, los apellidos rusos llegan en su forma atildada, y por lo tanto, como casi siempre terminan en OV, asumimos que todos llevan acento en la O, como por ejemplo, Marmeladóv, Raskolnikóv, Zhdanóv, cuando una gran parte de los apellidos rusos es en realidad grave y no aguda. Por lo tanto estos apellidos se deben pronunciar Marmeládov, Raskólnijov, Zhdánov.

APELLIDOS FEMENINOS

Las mujeres llevan el apellido del padre, pero con la letra A añadida, conserva su acentuación original. Aqui algunos ejemplos: Marmeládova, Zhdánova, Búntova, Radiónova.

APELLIDOS DE ORIGEN RUSO OCCIDENTAL, UCRANIANO Y POLACO.

Aquí las reglas varían un poco, ya que la mayoría de apellidos de estas zonas no terminan en OV, si no en INSKI o en ENKO. En este caso tanto la primera I como la E de estas terminaciones son las que se acentúan, ejemplos: Kachínski, Marínski, Kuchínski, Chernénko, Mijailichénko, Pavliuchénko.

FINALMENTE EV, OV, IOV.

En ruso existe una vocal disónica, la letra ë, que se pronuncia IO. Por regla fundamental, toda sílaba que lleve esta vocal es acentuada, por lo tanto muchos apellidos rusos terminan en IOV, y no OV, ergo, son agudos. Ejemplos típicos, Karalióv, Pugachióv, Gorbachióv. Como en alemán o inglés no existe esta letra con diéresis, muchas veces encontramos estos apellidos escritos como Karalev, Pugachev, Gorbachev (así lo pronunciaba el torpe de Ronald Reagan). Los únicos textos donde encontré una correctísima transliteración de los apellidos rusos al español, son aquellos de la editoriales soviéticas Raduga y Moscú. La versión digital de crimen y castigo en Wikipedia es de pobre calidad.

miércoles, 4 de mayo de 2011

La Rosa Púrpura del Cairo.

El infinito rango interpretativo de Mia Farrow




Resulta bastante fácil recordar los filmes estadounidenses que vi en la Unión Soviética, entre otras cosas, por su enorme calidad y porque las autoridades del régimen comunista se encargaban de una selección que no solo iba en el sentido de excluir aquello que era agresivo contra el país de los soviets, si no también lo que fuese decadente, violento, brutal, grosero, es decir, capitalista. El hipermaestro Woody Allen fue incluido en la selección de la férrea censura, con una cinta llena de profunda ternura, e impertérritas conclusiones sobre la ilusión de la ficción y el choque duro con la realidad. Mia Farrow encarna a Cecilia, una frustrada mujer que encuentra un escape a sus tribulaciones en el universo fantástico del séptimo arte. A medida que su afición a las películas se vuelve compulsiva, el héroe de la pantalla grande, de repente da un salto y se materializa en un ser humano capaz de amarla y rescatarla de sus miserias. No quiero seguir revelando más de esta deliciosa historia, pero en ella exploramos varios temas, sobre todo, el tema de como la ficción en general, y la cinematográfica en particular, nos impacta y transforma. Como llegado un momento no somos capaces de distiguir entre el personaje y el actor que lo encarga (el guión tiene elementos de la genial "Seis personajes en busca de autor" de L. Pirandello), y como esa obnubilación puede hacer volar nuestra mente por espacios desconocidos. Mia Farrow está magnífica en su rol, pocas actrices modernas podrían dar una interpretación tan conmovedora como la estrella del "Bebé de Rosemary" o "Hannah y sus hermanas". Farrow logra un rango de expresiones infinito, como un glissando que va desde la pena y la congoja, hasta el júbilo más radiante. Su performance logra humanizar y hasta divinizar el patetismo más extremo, para no solo entretenernos, si no para reflexionar de qué diversas maneras el cine puede llevarnos a sentirnos parte de la fantasía. Farrow logra encarnar la ilusión, el Einfülung emotivo, el escape de la realidad, pero también la decepción, la frustración, la derrota ante un mundo en el cual no nos gustaría vivir.




Regresando a mi casa, del Cine Vitiaz donde había sido testigo de esta joya cinematográfica, me preguntaba que sería si yo pudiera entrar en la tela, y mezclarme en la historia que allí sucedía. Años después la respuesta a esta ilusión adolescente fue ese bodrio llamado "El último gran héroe" con Arnold Scharzenegger.

martes, 3 de mayo de 2011

Médico o carnicero






Nuevamente la prensa de nuestro país vuelve a publicar con sendos titulares y mefíticos párrafos la comisión de una nueva negligencia médica. Como siempre la imparcialidad notoria de los diaristas peruanos es intachable, como también son alturados y congruentes los comentarios de los dignos lectores en cuestión. Lo que me sigue inquietando es la incapacidad de éstos lectores para distinguir entre los muy similares oficios del médico y de carnicero. Bueno, la tarea es bastante difícil, ya que ambos oficios tienen características similares, que sería necesario un doctorado en filosofía para distinguirlos sin ninguna dificultad. Con ese motivo he decidido publicar estos dos videos que son ilustrativos y pueden servir de punto de partida para la colosal tarea de poder distinguir ambas labores, espero que esto le sirva de ilustración a varios de mis compatriotas, y aporten más para su bien conocida sapiencia.