sábado, 9 de octubre de 2010

Mario Vargas Llosa ha ganado el premio Nobel.



Ahora que la dicha y el júbilo son más soportables, tengo que hacer un alto en la línea narrativa de este blog, y dedicar algunas líneas a la espectacular noticia: Nuestro querido Don Mario Vargas Llosa ha ganado el Premio Nobel de literatura 2010.

Lo primero que llega a la mente es la enorme demora de esta premiación. Don Mario han escrito obras de enorme valor literario, mucho más en sus comienzos. Sería tonto suponer que sólo el peso de los años junto con una inexorable acumulación de obras pueda aumentar el mérito de un escritor. Han surgido varias teorías de por qué a don Mario se le denegó el Nobel durante todos estos años. Una intenta relacionar las aspiraciones políticas de Vargas Llosa en una coalición de partidos de derecha, habiendo sido él un izquierdista convicto y confeso. Diantre, si hasta en esta maravillosa obra "El paraíso en la otra esquina", se da el lujo de tildar a Marx de energúmeno. daría la impresión que la academia sueca exige que las personas nazcan, crezcan, se reproduzcan y mueran con la misma convicción política.

Porque si analizamos las veces en que la academia ha cometido gruesos errores con claras motivaciones políticas, la lista sería interminable. La Unión Soviética, por ejemplo, fue premiada en dos ocasiones en las personas de Mijail Shólojov y de A. Solzhenitsin, quienes tenían realmente una calidad literaria muy inferior a Máximo Gorki, Evgueny Yevtushenko, Chinguiz Aimátov, Vladimir Mayakovsky e incluso Arkady Gaidar. (Mencionar el Premio Nobel de la paz de Barack Obama y otros está realmente demás).

Cualquier análisis serio de la obra vargallosiana debe concluir que sus mayores cumbres están realmente en sus comienzos. Su primer conjunto de cuentos, claramente influenciado por experiencias en Arequipa y Piura así como varias de sus vivencias infantiles ya denotaba una clara intención por la originalidad. Luego vino su primera novela, "La ciudad y los perros", donde ya empleaba algunas técnicas de mudanza de escenarios y tiempos, con la intención de no sólo narrar una historia, sino también, un análisis simultáneo de la misma. En "La casa verde", don Mario se atrevió a más, a quebrar el continuo normal de la narración, al crear puentes inverosímiles entre las diferentes situaciones de sus protagonistas. Su tercera novela "Conversación en la Catedral", resultó ser su proyecto más ambicioso. Una disección anatómica minuciosa, detallada y sumamente copiosa de la idiosincrasia peruana. La presentación implacable y dura de la realidad interna y de los motivos de por qué elegimos fracasar en el Perú. La sempiterna pregunta "¿en qué momento se jodió el Perú?" no busca el cuándo, si no el por qué, y don Mario crea una obra llena de conexiones, que parece un universo con sus agujeros negros de depresión y derrota, y sus "agujeros de gusano" de juicios y razonamientos que interconectan cada minúscula parte hacia la resolución de esa pregunta. Muchos autores basan el fuerte de sus novelas en la trama, con la intención de darle al lector el desenlace (payoff) en las últimas páginas del libro, como si fuera el plato fuerte para finalizar un feliz ágape. Conversación en la Catedral tiene sus platos fuertes en el tercer libro, escrito de manera más ortocrónica para comprender el verdadero descenlace de sus protagonistas, pero luego el fabuloso cuarto libro ve las consecuencias de dichas acciones y desventuras, el declinar de sus dos protagonistas, el depresivo y desanimado final con la inexorable frase "luego, ya se moriría, no niño..." como si la muerte fuera el único digno final para estos dos fracasados. Es casi como el último movimiento de la sexta sinfonía de Tchaikovsky, un requiem para el entusiasmo y perseverancia de los peruanos.


Luego de tan magna obra, vinieron obras ligeras, de tono humoresco, pero de estilo tan rico e inovador, como esos hilarantes informes castrenses de "Pantaleón y las Visitadoras" (el concerniente a los afrodiasiacos de la selva es por lo menos viscero espástico), o las tremebundas alucinaciones literarias de Pedro Camacho en "La tía Julia y el escribidor". Es aquí don de algunos creen ver un bajón literario en la obra de don Mario, y rescatan solo "La guerra del fin del mundo" de este periodo. A otros escritos como "¿Quién mató a Palomino Moreno?" (detectivesco) o "Elogio a la madrasta" y "Los cuadernos de Don Rigoberto" (eróticos), la cucufata e hipocritona crítica nacional suele despreciarlos más por el fondo que por la forma, sin darse cuenta que son homenajes que el ilustre escritor hizo a géneros de la subliteratura, y que estaba en su pleno derecho de homenajear. Otros atribuyen al supesto bajón el porqué se retrasó su premio Nóbel: una supuesta época de mediocridad, antes de que llegaran títulos como "La fiesta del chivo" o "El paraíso en la otra esquina". Estas son obras sublimes de corte histórico, ampliamente documentadas e investigadas, que nos llevan a los temas que también aborda don Mario en "Lituma en los Andes", o "La historia de Mayta", es decir, el individuo que intenta luchar contra el sistema, el individuo que acapara el poder y crea su sistema dictatorial, la idealista que lucha por una causa perdida por ella, pero que es ganada por otros. Bien hace la academia sueca en premiarlo " por su cartografía de las estructuras del poder y sus imágenes mordaces de la resistencia del individuo, su rebelión y su derrota", aunque el compendio máximo de la cartografía del poder ya lo había logrado don Mario en 1969 en "Conversación en la Catedral", y con mayor sobriedad en "La fiesta del Chivo" el 2000. Cada una de sus obras contiene la lucha, la derrota, la esperanza, y la debacle de protagonistas inolvidables. Concluimos que durante 31 años estaba comprobada la calidad literaria de nuestro querido escriba y con una década más los suecos se convencen de ello también.

En su última novela, "Travesuras de la niña mala", somos testigos de una lección magistral de composición literaria, como el segundo movimiento de la séptima sinfonía de Beethoven. Con elementos simples y esquemáticos, se crea la historia de un amor imposible, repetitivo, crónico, recurrente, lesivo y patológico, de una serie de encuentros amatorios sui generis, de pérdidas de amigos, de avances y retrocesos. Ciertamente es una obra que algunos tildan de ligera, pero al mismo tiempo su forma y sus temas son fascinantes.

No tenía la intención de hacer un ensayo o análisis literario de la gran obra de este VERDADERO premio Nóbel. Pero era lo menos que podía hacer en este momento. Varias obras de don Mario serán analizadas in extenso en este blog, especialmente aquella que motiva poco a poco el cambio de mi oficio. "Conversación en la catedral" es para mí una obra que está en el Parnaso de la literatura universal, al lado de Ana Karenina, La peste, Hermanos Karamazov, Las uvas de la ira y tantas, tantas obras. Que alegría que esto sea oficial ahora, con ese premio Nóbel, que a pesar de los bemoles que tiene, es algo que formaliza ahora a Don Mario, como un escritor universal.


Enlaces relacionados de este blog con la obra de Vargas Llosa:


6 comentarios:

Lola MU dijo...

¡Bravo Tony! Te felicito por este exhaustivo repaso que haces de su obra y por el homenaje que le brindas. Yo me hacía la misma pregunta todos estos años. ¡Ya era hora!
Mi enhorabuena a todos los peruanos y a ti en especial.
Un abrazo desde España donde ¡estamos felices!

Tony Chávez Uceda dijo...

Gracias Lola, eternamente agradecidos los peruanos estamos con España por haber acogido el genio de nuestro compatriota, y haber podido hacer más accesibles sus obras para otras latitudes.
El mayor homenaje que podré hacerle a don Mario es llevar Conversacion en la Catedral a la pantalla grande.

Lizardo Cruzado dijo...

Muy buenos apuntes, Tony, se ve te has regodeado con la crítica literaria y es una virtud más que te adorna. Ojalá podamos ver esa cinta, porqué no empiezas con un corto: a falta de Catedral buscamos otro lugar y los amigos nos empleamos como extras. ;)
Un fraterno abrazo.

José Manuel Brea dijo...

No pretenderías hacer un ensayo o un análisis literario de Vargas Llosa, amigo Tony, pero te ha quedado una sustanciosa síntesis que incita a la lectura de nuestro nuevo Nóbel. Se ve que has trabajado esta entrada como homenaje al maestro de la literatura, peruano y universal, que reverencias, y te aseguro que el esfuerzo no ha sido en vano. Estaremos atentos a las disecciones monográficas que anuncias.
Gracias por tan exquisito artículo. Un abrazo.

Tony Chávez Uceda dijo...

No era mi intención dedicarme a la crítica, pero creo que ya dispongo de algunos elementos para elaborar juicios fundamentados sobre ciertas obras. El corto ya está hecho y viene pronto amigo Lizardo.

Tony Chávez Uceda dijo...

Muchas gracias estimado Jose Manuel, me alegro doblemente al saber que leeras algunas de las obras de este gran escritor. Y con todo derecho Espanha puede llamarlo nuestro, ya que le ha proporcionado muchas veces el reconocimiento que en Peru se le nego por las razonas mas inverosimiles.