miércoles, 8 de septiembre de 2010

Nueva categoría: subliteratura


En este humilde rincón del ciberespacio es momento de rendir la pleitesía correspondiente a ese género literario de consumo masivo, a esa excusa para la facundia vana y la verborrea incontenible, a ese emporio de textos producidos en serie con el afan de ser vendidos como pan caliente. La subliteratura, mega género en realidad, puede abarcar tantos géneros y sub géneros en sí mismas: novelas policíacas, de espionaje, de intriga, romanticonas, eróticas, esotéricas, ciencia ficción, aventura, magia, fantasía, mitología, terror, horror y otros recovecos oscuros. Dicha abigarrada colección hace dudar de la pertinencia de echar tantos ingredientes dispares en un mismo saco, pero que va, hay eruditos y sapientes conocedores del arte literario, jueces supremos del buen gusto y la ilustración, que se atreven a dar el veredicto final: es sub literatura.

Pero cuál es el verdadero límite entre la buena literatura y la sub literatura, acaso obras como El Señor de los Anillos de Tolkien, Neuromante de William Gibson, Frankestein de Mary Shelley u otras también no han aportado elementos valiosos para el arte novelístico. Acaso el mero entretenimiento, el esparcimiento vano es tan despreciable como para degradarlo con tan nimo nombre: sub literatura.

Como no podría ser de otra manera, estas joyas recibiran su merecido homenaje en esta bitácora, e invito a mis queridos colaboradores y seguidores a que me cuenten cuales son sus obras sub literarias preferidas también. Mucho uno aprende de ellas, pero no solo eso, a veces nos sirven de trampolín para lanzarnos a un universo mayor, a apreciar obras de mayor calidad, de mayor envergadura, pero cómo podríamos hacerlo sin antes leer y leer tantos vanos escritos que por allí existen.

6 comentarios:

José Manuel Brea dijo...

Al hablar de subliteratura (o paraliteratura) versus literatura, uno se plantea dónde está la frontera entre ambas, por más que se dé por hecho que la primera entraña productos de baja calidad y sin pretensiones –obras poco profundas y acríticas, incluso plagiadas–, dirigidos al consumo de masas, muy bien promocionados y que aspiran a buenos beneficios comerciales. Aunque se dice que todo el mundo sabe lo que es la subliteratura pero nadie es capaz de definirla. Aquí se pone el ejemplo de la prolífica Corín Tellado (defendida por Francisco Umbral, si es que no había ironía en sus afirmaciones), la autora hispana más famosa de la “literatura popular” (¡vaya eufemismo de subliteratura!).

De todas formas, las consideraciones cambian con el tiempo y con la valoración de los críticos. Son éstos quienes en definitiva determinan qué creadores son o no son merecedores de entrar en la (su) historia de la literatura. Escritores muy difundidos y leídos, como Julio Verne, Jack London o Agatha Christie, son generalmente excluidos. Pero por más que la crítica honesta nos sirva de guía para elegir los caminos en la intrincada jungla libresca, han de ser los propios lectores los que aprendan a discernir, con el deseo de saber y disfrutar.

No me extiendo más, querido Tony, te envío un saludo y dejo un interesante enlace sobre el tema.

http://poesia-irc.com/forum_antic/viewtopic.php?p=4137&sid=eb007b54a8cd33451b0314925be7a61b

Tony Chávez Uceda dijo...

Muchas gracias por tu aporte carisimo amigo, sobre todo en el link donde hace mención de la intrusión literarita, algo interesante que comentar ya que hay ejemplos notables y patéticos de la misma. Un abrazo.

Lola MU dijo...

Hola Tony; qué interesante es el tema que planteas. Como José Manuel, opino que los lectores aprenden poco a poco a discernir. Recuerdo perfectamente el día en el que el mayor de mis hijos (médico en ciernes, por cierto), abandonó la lectura de un libro que se le hacía insufrible después de haber dado buena cuenta de "Cien años de soledad"; desde entonces no ha podido soportar la mala prosa. Por lo que a mi respecta, confesaré que la lectura de La Regenta en mis años adolescentes me fascinó, y quizás, haber conocido previamente a la heroínas de Luisa María Linares (tipo Corín Tellado) , me sirvió para saber valorarla mejor.

Un saludo afectuoso desde Madrid.

Tony Chávez Uceda dijo...

Precisamente Lola, no se puede despreciar de buenas a primeras la lectura de cualquier libro, al menos, hay que terminar de leerlo e intentar rescatar al menos, la mayor destreza que adquirimos para analizar y disfrutar de cualquier escrito. En mi caso, yo "devoré" centenares de novelas policíacas, tanto así que la única novela que he escrito es una policíaca, pero jamás pensaría que es un género para ser condenado al ostracismo o a la marginación. Saludos desde estas tierra lusofono africanas.

Anónimo dijo...

bueno el tema esta muy interesante y como dicen los demas comentarios es algo que nos puede servir en la vida yo x ejmplo e leido varios libros de narcotrafico y de miedo ya qe m encanta pues muxas grasias x leer mi comenterio bueno un saludo d mi part para todos.

Tony Chávez Uceda dijo...

Gracias también por el aporte, abundan varios seriales sobre la DEA y el FBI, escritos alrededor de los 70, con voluptuosas damiselas y tramas unilaterales. Yo solo he leído un par de ejemplares nada más. Saludos.