lunes, 8 de marzo de 2010

Mi breve amor por el periodismo





Hay romances breves, ígneos, llenos de una gran y devastadora pasión, que nos dejan recuerdos y sobre todo, que nos cambian para bien o para mal, mayormente lo primero. Me resulta difícil explicar con precisión cómo me enamoré del periodismo. Será que el hecho de ver tus escritos publicados y reproducidos miles de veces, de manera cotidiana o regular. Tener la capacidad de darle algo tuyo a tantas personas. Legar para la posteridad una crónica del mundo en el que vives, y que sea objeto de ulterior estudio por próximas generaciones. Pero sobre todo, informar, llevar una noticia veraz y pertinente, que contribuya con la sociedad que te alberga.

Tantos románticos y cursis ideales pululaban en mi mente cuando me enamoré del periodismo, hasta el punto que mi padre me compró una máquina de escribir pequeña, parecida a la de esta foto, y al sentarme ante sus teclas y ver como quedaban impresas al instante mis palabras, me hizo sentir un élan de emoción indescriptible.

Me volví lector regular de los periódicos, sobre todo, del Diario La República, que me parecía el más respetable de todos. A parte que la portada siempre mostraba una imagen de la Madre Patria, y siempre lucía los bellos colores blanquirrojos de nuestra bandera. Pero fue este diario, mi querido diario la República, quien de un soberano plumazo, mató mi amor por el periodismo. Esto por medio de una noticia que desenmascaraba a un diario sensacionalista por publicar noticas absolutamente falsas. La peor, es que dicho periodicucho publicó el fallecimiento de un anciano varón, en medio de acciones amatorias con una chiquilla de 19 años, pero la República reportaba que dicho patriarca estaba vivito y coleando, e incluso daba su nombre y apellidos, dirección y número de libreta electoral, para quien quisiera comprobar la veracidad de su nota.

Grave crisis de desilusión, a mis tiernos ocho años me chocaba con una realidad que me parecía terrible. ¡Los periódicos publicaban mentiras! Que gran crimen, engañar de esa manera a personas que pagaban unas monedas para ser víctimas de embustes. Años después no solo me enteraría que los diarios de mi país se dedicaban al embuste o al sensacionalismo, también el prestigiosísimo New York Times ha tenido casos de plagio, fraude y simple y llana ficción desenfrenada. Aleccionadora y sempiterna la filípica severa del gran Gonzáles Prada sobre el periodismo en el Perú. Soprendentemente vigente aun en estos tiempos.

Pero al menos este amor por el periodismo me dejó una herramienta, completar un curso de mecanografía, que me permite escribir raudamente sobre las teclas. Amores van, amores vienen, besos y teclas no se detienen.

(dedicado a mi amiga Karen)

5 comentarios:

Lizardo Cruzado dijo...

Ésta es una forma de periodismo inactual, por el honor de hacerlo sólo para suscriptores y con la posibilidad de conocer muy buenos amigos. Qué bueno, ¿no es cierto, amigo Tony?
Un abrazo.

Tony Chávez Uceda dijo...

Con certeza mi querido amigo, no lo había enfocado desde esa perspectiva, gracias. De hecho, se puede conocer a gente maravillosa por este medio.

Karen M. dijo...

Tony,

Gracias por la dedicatoria; no he pasado casi por ningún blog en dos semanas, y es que he sentido el tiempo siempre encima mío ¡terrible! pero ahora, con más tiempo libre, y espero que menos pensamientos, ya puedo meterme un poco por la blogosfera... el periodismo; nunca pensé que iba a terminar allí; aunque ciertamente siempre me gustó escribir, siempre... escribía cartas a gente desconocida, a algunos conocidos pero nunca las entregaba (ya detallaré esto en algún post), de verdad que era un buen juego, y así, jugando, me gustaron mucho más. A veces pensaba que sí, que si quería ser periodista, o mejor no miento, y digo que me encantaba mucho el perfil del periodista, esa vida un tanto desordenada y la libertad de la que se cree gozar, pero también me gustaban los artículos, plasmar y ver el nombre ahí (claro que sí) de quién lo escribió... hubo un tiempo en el que me dedicaba a escribir crónicas deportivas, porque me encantaba el deporte o hasta ahora me encanta, solo que ya he dejado de lado muchos intereses, no así, la escritura, pero han surgido temas que me apasionan más que otros... sí, aunque decía todo el tiempo que no, que yo solo quiero escribir historias, contar historias, crear personajes, etc, creo que también me encantaba y me encanta dar a conocer cosas, y todo por medio de las letras, de mis letras.
Una entrevista con Giovanna Pollarolo; escritora peruana, me abrió un pco más los ojos, y me hizo sentir que sí quería eso; recuerdo al salir de su casa, luego de despedirme, que estaba henchida de alegría y pensé "podría hacer esto todo el tiempo" y luego pensé "será que es xq esta entrevista fue buena, y si las otras no lo son??..." pero claro, ahora entiendo - después de un año de eso - que no todas las entrevistas o los artículos son buenos, no todos los momentos son buenos, pero se trata, se hace lo posible... además cuando vi "tinta roja" me apasione un poquito más, y luego, con mis mil pensamientos y contradicciones, ya no supe que hacer...

(continúa...)

Karen M. dijo...

Lo escribí en dos comentarios, porque no me alcanzó en uno. No se querían publicar jaja... de repente no me di cuenta cuanto había escrito.

Un beso.

K-M-

Karen M. dijo...

"no se hacer otra cosa que escribir..." le dije un día a mi mamá cuando ella me preguntó que era lo que realmente quería hacer; y no es que piense que soy buena en ello, a veces ni yo sé, pero si se que es lo que me gusta y lo único que hago, si me pidiesen que haga otra cosa, probablemente me convierta en una inútil...

Ahora escribo en un revista, y hay cosas que me gustan mucho, otras que detesto (como desgrabar) y he encontrado otras cosas también, he aprendido, lo estoy haciendo, porque aún me falta mucho por recorrer, no llego ni a los veinte, y por lo menos ya estoy en un medio que me ha lanzado de frente a todo; debo decir que al principio sentí temor porque no estaba convencida (o pensé que no lo estaba) de esto; aunque de lo que sí, jamás dude, fue de la literatura y aún ahora, tampoco lo dudo. Quiero crear historias! y ¿el periodismo? también, creo que ahora no lo puedo dejar.

No escribo exactamente sobre temas que me apasionen, el perfil de la revista no va mucho con mis intereses, aunque es muy cierto que me he ecnontrado con temas que en un primer momento tilde de aburridos y oxidados, cuando me dieron buena información... sé que haré todo lo posible para escribir algún día sobre lo que realmente me gusta; espero que por ahora, el positivismo no se vaya de mis manos, o lo arrastren todas esas personalidades mías que ya ni conosco...

Definitivamente, no todos los diarios publican la verdad, la verdad se ha convertido en algo así como una "verdad falaz" no sé, yo no creo mucho en verdades y no verdades, aunque eso es lo que buscamos los periodistas. Me encantaria la sección cultural de un diario, o un tipo de revista por el estilo, sin desligar mi creación de historias, más bien condensando todo... estoy volando orita mismo, justo ahora estoy en un momento en que las ideas estan mas revueltas, pero la vocación un poquito más asentuada.

Definitivamente tengo que escribir y escribir y escribir y leer, leer, leer y leer; y lo hago, pero en los últimos meses el mal manejo del tiempo me dejó sin cabida para ello, menos mal que ya lo resuelvo.

Mil gracias por la dedicatoria.
Un beso enorme

K-M-