viernes, 30 de septiembre de 2011

El sueño ha muerto


"Solo hay dos cosas que resucitan en esta vida, el amor y los sueños".

Todos los amores mueren, que duda cabe, está en la voluntad de uno resucitar o rejuvenecer el amor que siente, y esa es una de las claves para una relación duradera. Los sueños, al ser otra percepción sentimental del pensamiento (léase alma) también puede tener cierta potencialidad rejuvenecedora o resurrectora. Pero los sueños tienen una característica que les da una mayor inocencia en comparación con el amor: los sueños son espontáneos, son realidades que unen circuitos del lóbulo temporal en el hemisferio derecho y también, por lo tanto, se vuelven memorables.

El sueño entonces llega a ser un anhelo para el futuro, pero un anhelo que es capaz de evocar el entusiasmo, la voluntad de mudanza en nuestras vidas, el luchar por una meta que no solo nos da la satisfacción de alcanzarla si no también vuelve satisfactoria la lucha misma.

Hasta donde me ha sido posible, he intentado luchar por concretizar el sueño de ser cineasta. Pero ahora debo aceptar la imposibilidad de concretizar el mismo, por más que el porvenir suele se tentador y por momentos engañoso, no podré dedicarme al oficio de Ford o de Buñuel...

Podría pensarse entonces, que al morir este sueño mío, estas páginas digitales también deberían de dejar de existir, pero la verdad, he dejado muchos proyectos inconclusos en esta vida, y al tener un sueño muerto más, no se debe perder la voluntad de resucitarlo algún día. No puedo dejar de concluir que el tener sueños y tener amores es irracional, ya que la mayor parte de las probabilidades están en nuestra contra, pero tampoco se puede negar que son verdaderos condimentos para la vida.

Así como en la tumba de muchos de mis amores, en la de este sueño solo hay una palabra en la lápida: "oportunidad".

2 comentarios:

José Manuel Brea dijo...

Ya lo dijo Calderón: ¿Qué es la vida? Un frenesí./ ¿Qué es la vida? Una ilusión, / una sombra, una ficción; / y el mayor bien es pequeño; / que toda la vida es sueño, / y los sueños, sueños son.

Un confortador abrazo, amigo Tony.

Tony Chávez Uceda dijo...

Te agradezco la mención al gran dramaturgo español, que era la delicia de mis lecturas cuando estaba en Moscú, muy apreciado también en esos meridianos mi estimado José Manuel. Bueno, lo interesante es que los sueños resucitan, verdad.