Hace exactamente unos 100 años y, por tremenda coincidencia, en esta época de las celebraciones de la semana "A", un científico neocelandés naturalizado británico, de nombre Ernest Rutherford, logró llegar a una conclusión que lo convertiría en padre de la física nuclear. El camino para esta noción estuvo lleno de azares y contradicciones, algunas de ellas con resultados trágicos, como el suicidio de Ludwig Boltzman, quien fue muy reconocido y valorado por descubrir ecuaciones matemáticas que describían a la perfección la dinámica de los gases, y por ende, sirvieron para el desarrollo de la máquina a vapor, corazón de la revolución industrial capitalista, pero que al mismo tiempo fue vilipendiado por el ala derecha conservadora de estos capitalistas, especialmente los cristianos ultraconservadores que combatían con un encarnizado esfuerzo la noción de que el universo estaba conformado por átomos. Albert Eistein logró demostrar incontestablemente la existencia de los átomos al observar a un nivel casi macroscópico los efectos del movimiento Browniano en granos de polen sumergidos en agua. El átomo seguía siendo una mera abstracción, una definición de lo infinitamente microscópico, intangible e indivisible. Thompson llegó a afirmar que el átomo era un simple embutido de cargas eléctricas, llamándolo bud[in de pasas.
En esta escena irrumpe Rutherford, en una época de febril actividad científica: el paso del siglo XIX el siglo XX. El descubrimiento de la radioactividad por Marie Curie fue una piedra fundamental en el edificio de esta nueva y transformadora rama de la ciencia. Rutherford en 1911 ya había logrado suficientes reconocimientos científicos, incluyendo el Premio Nobel de química, al haber logrado la primera desintegración atómica de un elemento, lo que desató un furor en la prensa quien lo llamó "el primer verdadero alquimista". Rutherford estaba convencido que el fenómeno de detectar radiación atravesando una fina hoja de oro no implicaba que entre los átomos existieran los espacios suficientes para tal efecto, si no en las partículas radiactivas pasaban por espacios dentro del mismo átomo. Aún más al sugerir a sus colegas colocar el detector de radiación, como él lo dijo, en el mismo lado del cañón radioactivo, y lograr detectar partículas alfa que rebotaban de la hoja de oro, este gran científico neocelandés demostró que el átomo tenía una estructura en la cual estaba incluido un elemento esencial: el núcleo atómico. Las otras partículas reconocidas, los electrones, debían orbitar alrededor del núcleo, así como los planetas orbitan alrededor del sol. El simple y básico modelo de Rutherford ha sido adoptado como el símbolo general para todo lo que tiene que ver con la investigación atómica y nuclear, aunque muchos otros científicos lograron avanzar y llegar a niveles de conocimiento totalmente insospechados al inicio del siglo XX.
Sería casi interminable el mencionar todo lo que ha sido posible avanzar humanidad debido a este descubrimiento. No sólo hemos comprendido la verdadera estructura y naturaleza de la materia, también, mediante el estudio del átomo hemos podido sondear lo más profundo del universo, desencadenar la energía atómica, tanto con fines nobles como con fines terribles, hemos comprendido el origen del universo y también el origen de nuestra existencia, no en el aspecto evolutivo, si no en el aspecto más fundamental, el del origen de los elementos que componen nuestros organismos. Hemos descubierto las leyes que gobiernan la materia hasta sus niveles más ínfimos de tamaño y organización, y finalmente hemos comprendido que no existimos por azar, ya que las interacciones a todo nivel tienen una organización que con certeza puede llevar a la organización máxima: un organismo inteligente. De más está afirmar, que todos estos conocimientos nos llevan a pensar que primero existe el hombre y el hombre crea a dios.
4 comentarios:
Muy interesante la física nuclear. Y se ve que eres un apasionado de la misma, querido Tony. Admirable tu amplitud de miras en busca del conocimiento y de la divulgación científica.
La matemática era lo único que tenía sentido para mi en alguna parte de mi adolescencia, la física era una forma de ser. Pensar que si no caía la URSS ahorita estaría en la Universidad de Moscú, pensando en alguna forma efectiva de acercar dos núcleos de hidrógeno....
yo tan-bien soy un gran matemático y me gusta mucho la física los felicito por ese gran compromiso que tienen con el estudio
Gracias, disculpa que no haya respondido antes, tengo bastante trabajo de momento, la fisica es una de la ciencias mas maravillosas, dentro de poco publicare sobre otro libro de fisica sovietico que me encanto.
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