martes, 6 de julio de 2010

Erke, Charango y Bombo.

El paso por una ciudad como Moscú estuvo lleno de situaciones en extremo paradójicas, entre ellas, el amor y aprecio por la música folclórica de los Andes que me fue inspirado no en mi país, si no en los pasillos y salas de recreación de las residencias estudiantiles de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos "Patricio Lumumba". He olvidado el nombre de aquellos estudiantes amigos que me enseñaron las técnicas, la principal, el saber soplar con el diafragma para evitar las terribles cefaleas que surgen si simplemente se sopla en los tubos con los carrillos -es como si tosieras, sin hacer ruido, como un golpe que lo debes sentir en la garganta- me decía uno de ellos. Así me fui familiarizando con varias melodías preciosas de nuestras serranías, música llena de melodiosos sones, de lamentos de charangos, de punteos de guitarra, de arreglos y adornos en estricto esquema pentafónico. Entre los discos que escuchábamos resaltaban aquellos de ese grandioso grupo Boliviano "Los Kjarkas", interpretando "Wayayay", "Llorando se fue", "Munasqechay", y la preciosísima y conmovedora "Por un sueño de amor". El momento memorable fue cuando pude tocar y cantar unos huaynos en el aniversario de mi querida escuela 113, para compartir nuestra cultura con mis compañeros y profesoras, tan, pero tan lejos del Perú.

Es curioso como los enventos en la vida cierran varios círculos, en mi reciente viaje por Cusco y Arequipa me sentí inspirado para tomar la zampoña, en las alturas de Ccallca, cerca de Cuzco, luego de tantos años, para tocar un huayno titulado "Ojos Azules". Así de mágicos son nuestros Andes.

2 comentarios:

José Manuel Brea dijo...

Es evidente que para el ejercicio del arte musical no son suficientes las cualidades innatas, que se precisa el aprendizaje de la técnica. Y en este caso, bien se ve que intérprete ha asimilado correctamente el método de la zampoña. ¡Enhorabuena!

Tony Chávez Uceda dijo...

Lo más curioso de esta historia es que tuve que viajar miles de kilómetros para aprender a tocar música peruana. No soy el único, muchos aprendemos a amar a nuestro terruño al verlo desde lejos. Felicidades por el campeonato de España.