lunes, 16 de agosto de 2010

Fallece un hipermaestro y padre del cine peruano.

El Maestro Robles Godoy


Ha fallecido el mentor y padre del cine peruano, el rebelde, el opositor y contrario de ese pesimismo y antiperuanismo presente en el ADN de, oh curiosidad, todos los peruanos. Ha dejado de existir una figura incomensurable del arte nacional, pero sobre todo, un hipermaestro porque no solo dejó obras que son lecciones de cine en sí mismas, más también pasó toda una vida dando cátedra del séptimo arte e inspirando la carrera de virtualmente todos los cineastas peruanos. Su dura vivencia al intentar ser colono de la selva, le dió el sustrato vital para su vena creadora, como él afirmaba, estaba preparándose sin saber que estaba preparándose para ser cineasta. Luego de un estable trabajo en el diario "La Prensa" recibe la propuesta de un actor de europa oriental para dirigir una película de corte documental "Ganarás el pan" (1965). El maestro confiesa repetidas veces que esta obra fue su taller de aprendizaje de cine, y luego de una post producción en Buenos Aires, en un ambiente cultural de amplio movimiento (incluso pudo conocer a Borges y a Piazzola), se contagió por una pasión sin fin por el séptimo arte. Su filmografía es escueta, pero magistral. "La Muralla verde" (1970) considerada como la mejor película peruana de todos los tiempos, es una sublime conjunción de escenas, brillantemente editadas en un montaje que solo puede reconocerse como de la autoría de don Armando (muchos han intentado descubrir a sus mentores o influencias, pero su estilo es único), las secuencias y escenas carentes de palabras pero cargadas de una expresión inigualable. En varias entrevistas posteriores, el maestro ha relatado que la verdadera preparación para esta producción fue precisamente en los años que intentó ganar su espacio de selva, si no, como creen ustedes que habría podido adaptar y conseguir todos los medios para filmar en un lugar tan agreste, tan inhóspito. El maestro Hitchock se habría dejado engarrotar su rechoncho pescuezo antes de ir a un lugar así, y Hollywood habría gastado millones, algunos para los trailers climatizados de sus chochas estrellas.

Pero el maestro no solo se dedicó a ejercer su arte, si no también a divulgarlo. En un ambiente en el cual el arte era visto como un submundo, para aquellos condenados a no ser "verdaderos profesionales" (no haber terminado una universidad), para aquellos marginados de muchas formas, hacer escuela se hizo casi una labor quijotesca. Sus clases de cines, según refieren sus discípulos, eran un diálogo constante, una experiencia académica al puro estilo griego, donde las interrogantes surgían tan libremente como las respuestas a las mismas. Don Armando quiso pronfundizar en la teoría cinematográfica, precisamente en su aspecto más controversial. El verdadero significado y manejo del lenguaje cinematográfico. Hacía hincapié en las grandes diferencias de este lenguaje, por ejemplo, con el lenguaje hablado o escrito. Es más, resaltaba que el idioma del cine es casi infinito en posibilidades expresivas. Por eso miraba con desdén a aquellos críticos que achacaban denuestos a una cinta que no podían comprender. "Si no la comprenden, es culpa de ellos" era su réplica más común. Muchas de sus cátedras merecían ser grabadas y luego trascritas en sendos volúmenes, ya que la sapiencia de Don Armando a la hora de analizar y disecar los diferentes elementos de la expresión cinematográfica era proverbial.


No entanto, don Armando fue un fiero contrincante no solo de la adversidad, si no de la estupidez y desidia de nuestra sociedad. Una de sus más grandes victorias fue la promulgación del Decreto Ley 19327, que aun con sus deficiencias y flaquezas, pudo servir para la magra existencia de una industria cinematográfica netamente peruana. Si bien el tomar sobre sus hombros tales yugos le valió por momentos el mote de arrogante, alguien de su talla no podría conocer obra pequeña o labor fútil y sería torpe considerarlo arrogante. Gran parte de sus acciones no tuvieron provecho propio, así que no solo disponemos de su legado, si no también, de la preciosa ofrenda de su tiempo a aquellos que ahora aspiramos a dictar el movimiento de cámaras y actores.

Dejemos a un lado las disquisiciones y apreciemos un fragmento de la magna obra del maestro, la secuencia final de la muralla verde


¿Se dan cuenta la magnitud de la obra que acabamos de presenciar? Lo primero que resalta es la carencia de diálogo, y eso lo resaltaba siempre el maestro, la pequeña talla del lenguaje verbal al lado de las imágenes en movimiento. La pena de los protagonistas está reflejada en cada ángulo, en cada movimiento que realizan, si no vean, como luego de enterrar a su hijo, no se juntan ni un momento, prefieren estar a unos pasos el uno del otro, y ese plano general, donde está la selva de fondo, lo grafica plenamente. La secuencia está planificada de antemano, o creen que es fácil ir a filmar en la selva, y gastar rollo y medios tan difíciles de conseguir. Las tomas de la procesión de botes que acompañan el féretro son magníficas, precisamente por que el director ya las había visualizado y planificado de antemano. El padre parece no tomar conciencia de la pérdida de su hijo hasta ver la ciudad imaginaria que habían creado, allí y solo allí es que todos nos damos cuenta de la pérdida del ser querido. La pena de los protagonistas se humaniza en el abrazo final que se tansforma en un fotograma, algo que queda para siempre en nuestra memoria.


Para finalizar esta entrada, les dejo con un conjunto de citas notables de este hipermaestro del cine



"Seamos realistas pidamos lo imposible"
"No es lo mismo cultura que aprendizaje"
"Si todo cambia y el hombre no cambia, entonces no ha cambiado nada"
"Recordar es descubrir lo que verdaderamente ocurrió"
"La soberbia es el orgasmo de la humildad."
"Las críticas de cine son eyaculaciones precoces"


Y finalmente, mi favorita, aquél consejo que le dio a Leonidas Zegarra para que le sirviera de élan emotivo al filmar "Mi Crimen al Desnudo"


"Cágate en la crítica hermano, cágate".



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6 comentarios:

Lizardo Cruzado dijo...

Paz en su tumba.

Tony Chávez Uceda dijo...

Asi es amigo mio, la obra del maestro será siempre vital para nuestro bello séptimo arte.

Martha RC (desde facebook) dijo...

Excelente Tony!!! gran artículo

Tony Chávez Uceda dijo...

Gracias querida Martha, una inconmensurable pérdida para el arte que amamos.

Rafo dijo...

Que final tan triste, el llanto del padre es desgarrador. Es cierto que no se necesitan palabras para expresar mucho. Me hace recordar al estilo de Ang Lee en "Brokeback Mountain" (claro que en lugar de palabras estaba el soundtrack tan melancolico, o algunas escenas de "Naufrago".

Tony Chávez Uceda dijo...

El gran maestro Robles siempre hacia hincapie en lo apocado que es el lenguaje verbal comparado con el lenguaje cinematografico. Muchas de sus enseñanzas quedaron relegadas a la tradición y no a un libro de texto formal, pero aun asi, muchos de los cineastas peruanos han impulsado sus carreras por las obras y lecciones de este hipermaestro.